El cruce por la cordillera de Los Andes en bicicleta, me motivó a continuar con la actividad física. Al llevar veinte años dedicados con intensidad a la práctica del running, es que hoy puedo constatar sus beneficios, lo que me permitió sortear todo tipo de obstáculos en las diversas vicisitudes de la vida.Cada trote es un paso a encontrarse con el alma de cada uno en particular. Es un trote y un paso a la superación en todos los órdenes de la vida. Es descubrir el origen de nuestro ser en profundidad. Es alcanzar la meta para seguir anhelando objetivos sobre una base sólida y más clara sobre nuestro futuro. Ser un runner nos potencia ante todo y todos, para la construcción de un mundo superior. El correr once maratones fortaleció y prolongó mi estado físico.En este libro encontrarás las respuestas a muchas de tus inquietudes y, sin ir más lejos, te orientará hacia un camino de salud, bienestar y plenitud.Lo importante es que te podrás reinventar cuando no veas la luz en tu peregrinar.